lunes, 26 de noviembre de 2007

Se fue (perro muerto II)

Hace días que no escribo y me permito mostrar un lado positivo mío en otros lados.

Se fue ella, la perra de la familia, 17 años de los cuales 7 estuve lejos de ella (se quedó en hogar materno) pero siempre me recibía con una alegría increíble.

Muchos me decían ¿En serio tiene 17 años? (seeee, somos longevos en la flia), realmente no se notaba.

Madrugada, suena el celu, corriendo a encender el auto asciendo y tomo rumbo Belgrano; bajo, pongo alarma, entro en la casa de mi vieja y la agarramos, la llevamos a un lugar que no estaba bien visto por el vet pero bueno, ahí le dan atención 24x7, mi compañera de infortunio se marea, se recupera, la dejamos. Me quedo a tratar de dormir en lo de la vieja, al otro día a verla, vamos, está mejor pero tuvo un ataque, la dejamos y sigue en monitoreo pero a la noche te la podés llevar. Ella va y se la lleva a "casa" vieja casa, yo paso y al otro día llega mi vieja, llego yo y charlamos, mientras veo la tele (esperando a mi madre) se me acerca tosiendo al respirar como se hizo costumbre últimamente, no está bien, pero la lleva, se queda conmigo un buen rato, luego me retiro, debo hacerlo.

Charla celular con el vet. para ver si había algún tratamiento a seguir, sino, no quiero que sufra y soy YO el único que va a tomar esa decisión llegado el caso(como si yo realmente fuera un ser divino que puede decidir esas cosas, jamás podría, debería haberlo pensado siquiera).

7:36 am suena el celular y no dejan mensaje (lo escucho de pedo porque me estoy yendo a dormir después de laburar), 1 llamada perdida, sin mensaje, no caller id, la gran 7! hay 2 únicas personas que tienen bloqueado el caller y uno es cliente (a las 7:30 no había nadie ahí) , pensando lo peor no quiero marcar pero el reflejo del pulgar me traiciona y me entero, se fue, nos dejó, no sufrió, se cayó dormida, en posición despatarrada (cómo cuando dormía de chica y a mi me preocupaba porque decía, nunca vi perros dormir boca abajo tan despatarrados).

Se fue, no pude decirle adiós, no me daban las agallas, no quería verla, quería recordar esa última visita...dejarlo ahí engañar a mi cabeza pensando que no había que verla, se la llevaron (ahora hay servicios que hacen eso en las veterinarias).

Hay alguien que sí sufrió, que la he visto sacar el pecho a las balas como nunca en estas situaciones con la perra y pese a todo lo que tiene que soportar, salirle al paso a los problemas como nadie, a ella mi cariño incondicional, ella lo sabrá algún día, espero.

Yo sigo impotente de lágrimas, pensando en cómo los demás te ven tan calmo y no podés gritar (una almohada? no, no lo lograría callar el grito).

Seguiré enojado conmigo, porque esta vez, como las otras, me dolió y dolió mucho, pero no hubo lágrimas, si alivio en cierta forma, alivio de que no entrara en un sufrimiento como me dijeron que podía ocurrir.

Tal vez el único alivio real que siento (y me sigue molestando nuevamente)es no haber tenido que tomar la decisión, se entregó al cansancio, no sé, tal vez al final del camino no vaya donde ella y no lo sepa jamás.

Y se fue.

11 comentarios:

Florence dijo...

*hugs*

Es demasiado triste la muerte de una mascota.

Gioconda dijo...

A mi me pasó algo parecido hace 6
años, con "Bobi".
Se murió el único perro que había tenido en la familia desde chica. (en realidad cuando yo nací había otro en la casa pero vivió hasta que yo tenía 3 meses y no tengo registro de él). El perro del que hablo vivió con nosotros 19 años.
Y hace 6 años tuvo un problema bastante grave en los riñones que si hubiese sido unos años más joven hubiese sido una pavada.
Y ya estaba muy viejito. Los últimos días se la pasó tirado en el patio bajo la sobrita de unas plantas (su lugar favorito) y ni comía, ni bebía, ni nada. Yo le daba agua con una jeringa y era lo único que consumía. Además debido a su estado deprimente por falta de comida ya no tenía fuerzas y ni siquiera caminaba. Era más o menos como un felpudo que respiraba y no hacía mucho más que eso.
Vino el veterinario y le puso unas inyecciones y se recuperó un par de días pero después cayó de nuevo.
Hasta que el vet dijo que no podía seguir así, inyectándolo para que se recupere un par de días y que lo mejor era sacrificarlo para que no sufra. La decisión la tomé yo porque era mi perro y no quería que sufra más.
Si fuese por mí, hubiese querido que no lo sacrifiquen pero eso era lo que YO quería. El ya se quería ir y se había hechado al abandono. Para que iba yo a reterlo en este mundo si el ya había decidido lo contrario? Así que lo dejé ir, triste por su partida pero feliz de que no siguiera sufriendo.
Saludos!

La Flor de la Mafia dijo...

Bajoyo:
L amuerte de una mascota que vivio con uno todos ese a#os es comparable a la de un amigo
Un abrazo fuerte

La Flor de la Mafia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Uh, cuanto lo siento.

Unknown dijo...

¡FIESTA DE FIN DE AÑO, ACÁ!

El Mostro dijo...

Te comprendo tanto, yo pasé por lo mismo y fue un dolor.
Un abrazo.

:: BajoYo :: dijo...

Florence Se agradece (son sin cargo no?) y se agradece también el pasar!

Gioco! Tarde pero mi abrazo para usted igual. Es jodido tener la responsabilidad esa...

Flor de la Mafia Totalmente, era una más de la familia, mire que mi hija dice "Vamos de la abuela a ver a Vicky" (update, sigo sin decirle que no va a estar más, no sé cómo decírcelo)

Pablus Se agradece.

Mostro Usted me lo contó eso. Mis saludos nuevamente para usted y se agradece el entendimiento.

:: BajoYo :: dijo...

Agustín Se agradece la invitación, y le agradezco la pasada




NO! no voy a escribir los 200 chistes sobre ser desubicado y el consumo de anabólicos, tampoco haré uso de mi mente fantasiosa para relatar sus accidentes con la dorsalera en un tugurio libanés.

(soy todo un caballero soy... es que me jodió...nada más)

santha dijo...

El perro muerto

Melancolía de domingo por la tarde
la mirada del perro muerto sobre mi
y la mirada del poeta sobre el perro muerto.
Una lagrima de cuando aún estaba vivo
rueda por mi mejilla.
Ahora tres amigos me meten en una bolsa
y al perro en una bolsita.
Morirse no es como dicen,
no hay calma,
ni luz, ni infierno.
Me encuentro parado en la nada,
y ni siquiera se si estoy parado.
Yo no quería morime,
ni que se muera mi perro,
pero ahora somos uno la metáfora del otro
somos dos espectros
que sobrevuelan la angustia de tres,
somos dos cuerpos en la vagoneta
de una camioneta que va al cementerio.

:: BajoYo :: dijo...

Santha Odio su prosa, odio su prosa por el simple echo de que la sana envidia ya no me alcanza ;-)

Se agradece el increíble texto del comentario.

Por los demás me quedo, en algún momento deseé eso , irme ahí mismo también, pero me tiran de este lado y no es poco, así que barruntaré los días y las noches con mi medio ser muerto por un tiempo hasta que los que tiran completen su misión o me suelten.